Cultivo de la cebolla: enfermedades y plagas
15/05/2024
Situación del cultivo de la cebolla en España.
La cosecha de cebolla en España durante 2023 cerró con una producción de 1,18 millones de kilos, marcando un descenso del 17% respecto a la media del último quinquenio. Aunque la superficie cultivada aumentó ligeramente con respecto al año anterior, rozando las 22.000 hectáreas, no logró recuperar los niveles de 2021 ni alcanzar la media de los últimos cinco años, que se sitúa en 24.021 hectáreas.
El cultivo se vio beneficiado por un clima primaveral y estival mayormente seco, con escasas tormentas, y unos meses de agosto, septiembre y octubre favorables para la recolección. La calidad y sanidad de la cebolla se califican como muy buenas o excelentes en general, lo que favorecerá el desarrollo de la campaña de conservación al haber sido almacenada en condiciones óptimas. No obstante, las olas de calor afectaron la producción total, dando como resultado calibres generales en niveles medios o medios-bajos y una disminución en los rendimientos por hectárea.
Aunque aún no se disponen de datos finales de producción, las estimaciones sugieren una cifra cercana a los 1,18 millones de kilos comercializables para esta campaña, ligeramente inferior a la del año anterior y considerablemente por debajo de la producción media de los últimos cinco años, que se sitúa en 1,42 millones de kilos.
Castilla-La Mancha continúa siendo la principal región productora de cebolla en España, con una superficie total de 9.400 hectáreas, destacando Albacete y Ciudad Real como las mayores productoras, representando el 35% del total de la superficie cultivada en el país. La producción estimada para esta campaña en la región supera los 600.000 kilos comercializables, lo que representa más del 50% de la producción total española, gracias al alto rendimiento por hectárea y a la dedicación principalmente a la exportación, especialmente con la cebolla de La Mancha, recientemente reconocida con el sello de calidad de Indicación Geográfica Protegida por la Comisión Europea.
En cuanto a la comercialización, se prevé una campaña favorable para la cebolla española debido a su alta calidad en comparación con la de otros países europeos afectados por sequías y condiciones complicadas en su época de recolección.
Diferencias agrícolas entre Cebolla, Chalote, Cebollino y Cebolleta
En el mundo de la agricultura, la diversidad de las plantas cultivadas ofrece un panorama fascinante de variedades con características distintivas. La cebolla (Allium cepa), el chalote (Allium cepa var. aggregatum), el cebollino (Allium schoenoprasum) y la cebolleta (Allium fistulosum) son algunas de las plantas que comparten la familia Allium, pero presentan diferencias significativas tanto en su cultivo como en sus características. Vamos a verlas detenidamente.
Cebolla:
La cebolla es una planta bienal que se cultiva por su bulbo comestible, que puede ser de diferentes formas, tamaños y colores. Se siembra mediante semillas o bulbos y necesita un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Requiere una estación de crecimiento larga y se cosecha cuando las hojas comienzan a secarse. La cebolla es versátil en la cocina y se utiliza en una amplia variedad de platos.
Chalote:
El chalote es una variedad de la cebolla que produce pequeños bulbos compuestos en lugar de uno solo. Se cultiva principalmente por estos bulbos, que tienen un sabor más suave y delicado que la cebolla común. Al igual que la cebolla, el chalote requiere un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Se planta mediante bulbos y tiene un ciclo de crecimiento similar al de la cebolla.
Cebollino:
El cebollino es una planta perenne que se cultiva por sus hojas delgadas y huecas que tienen un sabor suave y parecido al de la cebolla. Se utiliza principalmente como hierba aromática en la cocina. El cebollino es fácil de cultivar y puede crecer en una amplia gama de condiciones de suelo y clima. Se propaga fácilmente mediante semillas o división de matas.
Cebolleta:
La cebolleta es una planta perenne que produce tallos largos y huecos con un bulbo pequeño en la base. Se cultiva principalmente por estos tallos, que tienen un sabor suave y un poco picante. La cebolleta es más resistente al frío que la cebolla común y puede ser cultivada durante todo el año en climas templados. Se propaga mediante semillas o división de matas.
El cultivo de estas hortícolas es una actividad agrícola vital en muchas partes del mundo, proporcionando un ingrediente básico en la cocina y contribuyendo a la seguridad alimentaria de numerosas comunidades.
Sin embargo, estos cultivos enfrentan una serie de desafíos, tanto en términos de enfermedades como de plagas, que pueden afectar negativamente la producción y la calidad del producto final.
A continuación, conoceremos aquellas plagas y enfermedades que pueden ocasionar una merma en las cosechas de cebolla, chalote, cebollino y cebolleta. ¡Continúa leyendo!
Enfermedades más comunes en el cultivo de la cebolla, chalote, cebollino y cebolleta.
Las enfermedades representan una amenaza significativa para el cultivo de la cebolla, chalote, cebollino y cebolleta, afectando tanto a la calidad como a la cantidad de la cosecha. Entre las enfermedades más comunes se encuentran:
Podredumbre basal (Fusarium oxysporum f. sp. cepae y Fusarium proliferatum):
Esta enfermedad es ampliamente difundida en áreas donde se cultivan este tipo de hortícolas. Fusarium oxysporum f. sp. cepae tiene múltiples formas de multiplicación, incluyendo macroconidios, microconidios y clamidosporas, lo que facilita su propagación y supervivencia en el suelo durante largos períodos. Los síntomas incluyen amarilleo, marchitez y secado de las hojas, así como pudrición de las raíces y los bulbos. Fusarium spp. puede sobrevivir en residuos de cultivos anteriores o en bulbos de cebolla, propagándose fácilmente a través de semillas, agua de riego y maquinaria agrícola.
Tanto para Fusarium oxysporum como Fusarium proliferatum encontramos dos soluciones eficaces Certis Belchim, registradas en cebolleta y chalote, Valcure® y Tri-soil®. Dos fungicidas de amplio espectro que impiden el desarrollo de las esporas bloqueando las primeras fases de infección. Recomendamos hacer los primeros tratamientos cuando las condiciones medioambientales se estén dando para el desarrollo de estas enfermedades.
Podredumbre blanca (Sclerotium cepivorum)
Esta enfermedad es una de las principales causas de pérdidas de producción en el mundo, afectando tanto al ajo como a la cebolla. Sclerotium cepivorum se propaga a través de esclerocios que germinan en contacto con las raíces de las plantas. Los síntomas incluyen amarilleo progresivo de las hojas, proliferación de micelio blanco en los bulbos y pudrición acuosa de los tejidos.
Dentro de esta enfermedad, en Certis Belchim, encontramos Globatzar®, fungicida compuesto por azoxistrobin 25 %, registrado además de para cebolla, también para cebolleta, cebollino y chalote.
Dentro del portfolio fungicida encontramos dos especialidades biológicas Certis Belchim, registradas en cebollino, cebolleta y chalote, como Amylo-X® WG y Valcure®.
Mildiu (Peronospora destructor)
Este hongo se propaga por esporas que se dispersan por el viento y la lluvia, infectando las hojas y reduciendo la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis. Los síntomas incluyen manchas en las hojas, marchitez y eventual muerte de la planta.
Podredumbre del cuello (Botrytis cinerea)
Esta enfermedad es común en todo el mundo y afecta a la cebolla, el ajo y los puerros. Botrytis cinerea inverna en el suelo en forma de esclerocios o micelio, propagándose a través de hojas senescentes u otros restos vegetales en descomposición. Los síntomas incluyen necrosis del pseudotallo, proliferación de micelio gris y eventual muerte de la planta.
En Certis Belchim te ofrecemos Globaztar® fungicida con eficacia excepcional y duradera para el control de enfermedades como botritis, tanto para el cultivo de cebolla como para chalote, cebolleta y cebollino.
Plagas más comunes en el cultivo de la Cebolla, Chalote, Cebollino y Cebolleta.
Además de las enfermedades, las plagas también representan una amenaza para el cultivo de la cebolla, chalote, cebollino y cebolleta. Algunas de las plagas más comunes son:
Trips de la cebolla (Thrips tabaci)
Estos pequeños insectos se alimentan de los tejidos jóvenes de las plantas, causando manchas plateadas en las hojas y reduciendo la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis. Los trips pueden reproducirse sin apareamiento, lo que facilita su rápida proliferación en los cultivos de cebolla, chalote, cebollino y cebolleta.
En el portfolio de Certis Belchim contamos con Botanigard® 22WP, insecticida biológico, a base de esporas de Beauveria bassiana, concretamente de la cepa GHA.
Mosca de la cebolla (Hylemia antiqua)
Esta mosca pone sus huevos en los brotes, hojas y bulbos de la planta de cebolla, donde las larvas se alimentan y causan daños directos e indirectos. Las larvas pueden penetrar en los bulbos, provocando pudrición y reduciendo la calidad de la cosecha.
Control de malas hierbas en el cultivo de la Cebolla, Chalote, Cebollino y Cebolleta.
Aunque en este artículo nos hemos centrado en la descripción de las principales enfermedades y plagas de estos cultivos, cabe destacar que las malas hierbas también suponen una gran problemática. En las liliáceas la competencia de las malas hierbas con el cultivo es especialmente importante. Determinar la densidad de mala hierba que determine la necesidad de una actuación, es complejo, ya que depende de varios factores como la calidad de los suelos, si se trata de secano o regadío, pendiente, densidad, diseño de la misma etc., por ello en cada plantación se determinará la densidad a partir de la cual se deberá actuar.
En general, el momento de mayor sensibilidad de la mala hierba coincide con los primeros estadios de su desarrollo.
Se recomienda actuar siempre antes de su floración para evitar la producción de una gran cantidad de semillas.
Desde Certis Belchim recomendamos la aplicación del herbicida Lentagran®, altamente eficaz contra Dicotiledóneas anuales, a partir del estado de 2 hojas verdaderas cuando las hojas ya presenten cutícula cerosa.
Manejo de enfermedades y plagas
Para combatir estas enfermedades y plagas, es importante implementar prácticas de manejo integrado de plagas, que incluyan:
- Rotación de cultivos: Alternar el cultivo de cebolla con otros cultivos puede ayudar a reducir la propagación de enfermedades y plagas.
- Selección de variedades resistentes: Utilizar variedades de cebolla que sean resistentes a enfermedades y plagas específicas puede ayudar a proteger los cultivos.
- Control biológico: Utilizar organismos beneficiosos para controlar las poblaciones de plagas, como insectos depredadores o parásitos, puede ser una estrategia efectiva y respetuosa con el medio ambiente.
- Monitoreo regular: Inspeccionar regularmente los cultivos para detectar signos de enfermedades o plagas y tomar medidas preventivas antes de que se conviertan en un problema grave.
- Uso de productos fitosanitarios: En casos de infestaciones graves, el uso de productos fitosanitarios Certis Belchim, mencionados a lo largo del artículo, pueden ser necesarios para controlar las poblaciones de plagas y prevenir la propagación de enfermedades.
Es fundamental que los agricultores estén atentos a los signos de enfermedades y plagas en sus cultivos de cebolla, chalote, cebollino y cebolleta y tomen medidas preventivas y correctivas para proteger sus cosechas y garantizar su éxito a largo plazo. El manejo integrado de plagas y enfermedades, junto con la colaboración con asesores agrícolas y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, puede ayudar a asegurar un futuro próspero para el cultivo de la cebolla.
Bibliografía:
Si deseas obtener más información sobre nuestros productos, te invitamos a consultar la web de Certis Belchim. Si además deseas información sobre donde poder encontrarlos, ponte en contacto con nosotros a través del siguiente formulario.
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